Julio Fernández Peláez

Si le preguntas a Julio sobre lo que hace te dirá que pensar en qué hacer: y así transcurren los días para él, inventando, es decir: tratando de dar vida a lo que pasa por su cabeza, o dicho de otro modo, probando a hacer, que es como pensar pero con el cuerpo, y sobre todo con las manos.

De este amor por el arte, donde el teatro ocupa gran parte del tiempo, nace el afán por la escritura, pero también de la libertad que busca, esa que solo es posible cambiando el medio y aceptando que la palabra es un vehículo libre de cargas pero también una puerta a lo invisible.

Escribo teatro, te dirá Julio, porque es un acto compartido en el que quien recibe participa en la donación, y en ese encuentro se produce la magia del alumbramiento: lo que ahí nace, muere para dar calor, un poco de calor.

El universo que Julio construye se parece a un armario sin fondo, lleno de cosas inútiles que nos invitan a mirar otras cosas, un universo un tanto inverosímil, herido por los accidentes, con orificios que nos permiten adivinar paisajes, con árboles, muchos árboles, porque en sus ramas hacen los nidos de quién sabe cuántos pájaros, con nubes que circulan y se transforman, con gotas de agua que caen para producir silencio, con palabras de entusiasmo, y también con fracasos sin importancia, como son todos los fracasos mientras el corazón late.

Julio, todavía niño, juega a no perderse para seguir aprendiendo.

Heredarás el cosmos (el estremecimiento) de Julio Fernández Peláez


Entre muchas otras obras llenas de belleza, emoción y verdad, Julio ha escrito Heredarás el cosmos (el estremecimiento).

OIDÀ EDITORIAL · Libro teatral sin fronteras